La crisis está estimulando la imaginación de las familias y amenaza con poner en peligro la cuenta de explotación del sector automovilístico.
Hace unos meses una vecina de Mollet resolvió sus problemas de alcoba y los gastos de mantenimiento del vehículo familiar con un curioso trueque: Ofrecer su Qashqai a cambio de un orgasmo. La señora colgó un cartelito en la luna trasera del coche anunciando su teléfono y sus intenciones.
Al principio nadie creyó que semejante ofrecimiento fuese literal pero los Alfa más atrevidos del barrio llamaron al teléfono para conocer más detalles. Finalmente la vecina cerró el acuerdo con un treintañero algo deportista y ciertamente buenorro. – “Me vencía el seguro del coche el mes que viene, el coche era un lastre para la economía familiar, pero sobre todo me apetecía un buen polvo”- declaró Marisa G. P. a la prensa.
Lejos de provocar reacciones puritanas la medida se ha extendido por la zona y en dos meses la han puesto en marcha más de 5000 mujeres. Las redes sociales y los centros de estética han ayudado al colectivo femenino a publicitarse.
El sector automovilístico ya estima la bajada de sus beneficios en un 30% más de lo esperado para este año de recesión. Representantes de esta industria han amenazado al Gobierno con los cierres de las factorías cercanas a la ciudad Catalana -“El comportamiento ligerito de las mujeres de esta zona no puede poner en jaque nuestro negocio” -han afirmado. Ya han elevado su queja al ministro correspondiente exigiendo un plan de choque tendiente a paliar el descenso de ventas que se avecina.
Corren voces de que el sector hotelero está estudiando paquetes de servicios especiales para ponerlos a disposición de las mujeres junto con todas sus instalaciones.
Miss Plumtree
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